Auto King Gorilla by La Yerba Del Rey
🌱 Cultivo para novatos – Parte 1
¿Querés arrancar tu primer cultivo en casa y no sabés ni por dónde empezar?
Tranqui, llegaste al lugar justo. Esta serie está pensada para vos, que recién te metés en el mundo del autocultivo y querés hacerlo bien desde el arranque.
Acá no solo te vamos a tirar los conceptos básicos, sino que te vamos a acompañar paso a paso para que armes tu primer espacio de cultivo sin volverte loco. La idea es que, cuando termines de leer todo esto y coseches tus primeras flores, puedas decir con orgullo: “me recibí de cultivador en OzGrow” .
📚 Primero lo primero: teoría
Antes de meter mano, hay que leer. Buscá libros, revistas, videos, y metete en foros donde se comparte experiencia real. Ahí vas a encontrar desde gente que recién empieza hasta cultivadores con años de cancha. Todos tiran data, responden rápido y te ayudan a resolver dudas que un libro solo no cubre.
Pero igual, tener un buen libro base es clave. Te va a responder el 80% de las preguntas sobre cultivo indoor. Leelo entero, varias veces, y lo que no entiendas lo preguntás en los foros. Después de unos meses de lectura, fotos de cogollos y charlas con otros cultivadores, vas a estar listo para pasar a la acción.
🌍Sustrato: donde todo empieza
El siguiente paso es armar tu setup. Lo primero: las macetas y el sustrato. Podés comprar tierra barata en cualquier vivero, pero ojo, muchas veces viene pobre en nutrientes y mal aireada. Y si las raíces no respiran bien, la planta no crece como debería.
¿La solución? Mezclar con perlita, esas piedritas blancas livianas que mejoran la aireación. O mejor aún: comprá un sustrato ya preparado en un grow shop, no tengo que decirte donde, sabemOZ que sabes.
Vienen con los nutrientes justos y bien aireados, listos para bancar todo el ciclo de la planta. Sale más caro, sí, pero vale cada peso.
No escatimes en tierra. Si tenés que ahorrar, hacelo en semillas, no en sustrato. Y si el presupuesto está ajustado, el compost preparado es lo mejor dentro de lo barato. Eso sí, ni se te ocurra usar compost para flores: suelen ser más ácidos y no le hacen bien al cannabis.
Porque sí, el cannabis crece casi en cualquier lado, pero si lo mimás, te devuelve el favor con una cosecha que te va a dejar con la sonrisa puesta. Así que andá al grow más cercano y arrancá con ganas, que esto recién empieza.
🌱 Semillas: el punto de partida
Ya llenaste las macetas con tierra, ¿y ahora qué? Bueno, sin plantas no hay cultivo, y para eso necesitás semillas. Es lo más práctico y directo para arrancar.
En muchos países se venden libremente, y si no, siempre hay formas de encargarlas. ¿Dónde? En bancos especializados, grows confiables o por canales que respeten la legalidad del lugar donde vivís. Lo importante es que sean semillas de calidad, porque de eso depende todo lo que viene después.
🌱 ¿Qué semilla elijo?
Seguro ya te lo estás preguntando: ¿por qué algunas semillas salen un fangote y otras están regaladas? Bueno, es como la ropa: tenés la de marca y la genérica. La de marca te cobra el nombre, no siempre la calidad.
En el mundo del cultivo pasa lo mismo. Hay bancos conocidos que te rompen el bolsillo, pero también hay laburo detrás: años de selección, genética estable, variedades nuevas. Eso también pesa en el precio.
¿Vale la pena pagar más? Depende de lo que busques. Si querés asegurar calidad y resultados, las marcas con trayectoria como Sensi Seeds no fallan. Pero si estás empezando, hay opciones más accesibles que también rinden.
🌱 Semillas: calidad, precio y elección
No te dejes engañar por el precio. Hay semillas carísimas que no rinden, y otras baratas que sorprenden. Incluso una semilla caída en la tierra puede dar una planta decente. Pero si estás empezando, lo mejor es elegir con criterio.
¿Querés simplificar? Arrancá con una índica. Son más compactas, floran rápido, aguantan el estrés y no se te van de mambo en altura. Las sativas son más salvajes, impredecibles y crecen como locas. Para un cultivo chico, tipo placard o armario, las índicas son lo más. Hay miles de variedades, pero ya elegiste una. ¡Buena elección!
🌬️ Aire fresco y discreción
Las plantas necesitan CO₂ para crecer. Si no renovás el aire, se estancan. Un extractor con filtro de carbono te salva: saca el aire usado, mete aire fresco y encima elimina el olor. El filtro dura unas cinco cosechas, después hay que cambiarlo.
No es obligatorio, pero si no lo ponés, vas a tener problemas con el olor y con el crecimiento. Y si querés que el aire circule bien, sumá ventiladores. Ayudan a repartir temperatura, humedad y CO₂, y encima fortalecen los tallos. Más tallo, más cogollo.
🍽️ Nutrición: el alimento justo
Las plantas no viven del aire. Aunque un buen sustrato tiene lo necesario, en floración conviene sumar alimento líquido. Lo mejor: orgánico y específico para cannabis. Buscá uno con fósforo y potasio, y poco nitrógeno. Eso les da fuerza para florecer bien.
No te la juegues con fertilizantes genéricos. Empezá con uno para cannabis y aprendé desde ahí. Vas a tener plantas más sanas y mejores resultados.
✅ Lo esencial para arrancar
Ya tenés lo básico:
• Buen sustrato
• Semillas elegidas
• Luz potente
• Ventilación y circulación de aire
• Nutrición para floración
No es tanto, ni tan complicado. Lo único que puede doler un poco es el gasto inicial. Pero eso… lo charlamos en el próximo capítulo 😉
¡Buena semana y que broten las ideas! 🌿